lunes, 27 de septiembre de 2021

Micieces de Ojeda. EL RÍO MICIECES.





 



RÍO MICIECES



Llámente como quieran en el mapa,

o digan que solo eres un torrente,

arroyo, regato, reguero o afluente,

y que solo la lluvia te destapa.

 

Tras malezas y sotas te solapa

el pudor del pequeño y del decente,

porque eres del caudal harto consciente

y el ser un río a veces se te escapa.

 

Con exiguo caudal o muy crecido,

silencioso en las calmas y adusteces,

eres el nuestro río y siempre has sido.

 

El nombre de Micieces te mereces

y llevas de geográfico apellido,

mas tu nombre de río es el MICIECES.


                                                                            JLR















Puedes ver también:


Y más sobre Micieces en : CONTENIDOS.









lunes, 13 de septiembre de 2021

Micieces de Ojeda. A LA VERA DE LA CASETA.






 A LA VERA DE LA CASETA   

De tiempo inmemorial nos han llegado canciones y versos que rememoran amores y desamores surgidos o perdidos a la sombra o al remanso de las casetas  de las eras…



A las eras no vayas,

dice mi madre,

porque tras la caseta

no te ve nadie.

Es lo que quiero:

que nadie me vigile

cuando te beso.


¡Cuándo llegará el día,

mi buena moza,

en que pueda abrazarte

como mi esposa!

Morena guapa,

serás la mi morena

y  mi chulapa.

 

Aquel beso robado

tras la caseta,

aquí te lo devuelvo

en la misma era.

No soy ladrón:

tú sí que me has robado

mi corazón.


Si vamos en cuadrilla

nos separamos,

estaremos solitos,

yo te acompaño.

–Tras la caseta,

porque no habrá allí gente

que chismorrea.


Cuando llegue el otoño,

¡ay mi trigueña!,

te pediré a tus padres:

serás mi dueña.

¡Tu compañera!

Compartiremos juntos

la vida entera.

 


Buscaré buen trabajo,

tendré dinero,

compraremos la casa

de nuestros sueños.

–Y hasta que vuelvas,

te esperaré sufriendo

por la tu ausencia.


Ubicación de las casetas de las eras en Micieces.

Dueños de las casetas.


También puedes ver:


Y más sobre Micieces en: CONTENIDOS.

jueves, 9 de septiembre de 2021

Micieces de Ojeda. LAS CASETAS DE LAS ERAS (III). ¡ADIÓS A LAS CASETAS!







 ¡ADIÓS A LAS CASETAS!

Pero el miciecense seguía teniendo un cariño especial a su era. O quizá desconfiaba de los adelantos técnicos para la labranza y no veía el futuro claro. El caso es que llegó la concentración parcelaria (1962-64) y el pueblo pidió que las eras no entrasen en el reparto, por un por si acaso y porque estaban al lado del pueblo y podían servir de huerto. Y no entraron. Pero ya no eran eras ni servían de eras. Se empezaron a roturar, a arar y a cultivar como tierras de cultivo o huertos. Desaparecieron las eras, y tras ellas las casetas: ya no tenían razón de ser. Unas se fueron cayendo por abandono, otras se tiraron y se aprovechó el material que podía aprovecharse, y su sitio en la tierra fue arado y sembrado…  Total que hoy quedan en pie solamente TRES en las antiguas eras. Y la del tio Pepín allá, camino del Indiviso. 

Fuera del tiempo del verano y de sus trabajos, las eras y las casetas cumplieron a lo largo de su existencia otra función importante, aunque silenciada casi siempre: eran lugares de paseo, de socialización, convivencia, conversación entre los miciecenses.  Y esto, lógicamente, a muy diversos niveles de acuerdo a las edades e intereses de  los individuos y grupos. Los niños: investigación, descubrimientos, juegos. Los mayores: conversaciones sobre la vida, el campo, las cosechas… y las cosas de los mayores, seguramente evitando la política. Los mozos y mozas haciendo sus primeros, segundos, terceros… pinitos de descubrirse a sí mismos, a las personas del otro sexo…, sus primeras conquistas…, las primeras, o más, peladuras de pavas…

Para la niñez y la juventud no había abundancia de diversiones, distracciones o entretenimientos. Cuando la cantina, que no bar, tuvo una pianola, las tardes de los sábados y festivos eran más agradables para la juventud. En otra época, otra de las cantinas puso baile con gramola o tocadiscos. Pero si no, era cuestión de paseos en grupos mixtos, cada cual con su cuadrilla, y terminaban a la sombra, o al remanso, de una caseta haciendo su tertulia, que vistas desde la perspectiva del hoy, no parece que fueran muy divertidas… Pero seguramente lo eran, porque no había otra cosa. Y más de un enamoramiento, romance y boda nació a la sombra y remanso de aquellas viejas casetas.



Puedes ver también:

- EN EL RASTROJO: LA SIEGA (I).

- LA SIEGA (II).

- ACARREAR.

- LOS TRILLOS.

- LA TRILLA "DE ANTES".

- EL FINAL DE AQUELLOS VERANOS.

- LAS ERAS.

- LAS CASETAS DE LAS ERAS.

- LA CASETA DEL "TIO" PEPÍN.

Y más sobre Micieces en: CONTENIDOS.




jueves, 2 de septiembre de 2021

Micieces de Ojeda. LAS CASETAS DE LAS ERAS (II). LA CASETA DEL "TIO" PEPÍN. - UTILIDAD DE LAS CASETAS.







LA CASETA DEL "TIO" PEPÍN
UTILIDAD DE LAS CASETAS

Está claro que la caseta de la era cumplía, no pocas veces, otra misión: refugio y protección contra el frío, la lluvia, el mal tiempo… o el mucho calor y sol. O para tener un poco más de comodidad, intimidad y descanso a la hora de comer o merendar. Incluso en alguna había mesa y sillas tipo camping. Cuando en la familia había niños pequeños, con mucha mayor razón. ¿Y si no había caseta en una era? La necesidad aguza el ingenio: al remanso de un pajero, del bálago amontonado, del carro, cargado o no, de un trillo levantado y sostenido por las horcas o maderos…



Tendríamos que hacer mención especial a la caseta del señor Pepín, siempre llamada “caseta de Pepín” (o del tio Pepín: tio debe llevar el acento tónico en la o (pronunciado "tió"), y no es insulto, sino todo lo contrario: equivale a “señor”, pero con más familiaridad. Es el habla del pueblo). Está situada al final del valle de Palayerro, en el cruce del camino del Indiviso con la cañada o camino a la Lama. Cumple las características de caseta de era, pero está solitaria porque su era correspondiente está también solitaria. Tiene, además una pequeña cocina de leña, y está más acomodada que el resto para hacer vida en ella: le era más necesario al estar tan alejada del pueblo. Y todavía se mantiene en pie y arreglada.

Así eran de sencillas las casetas de las eras. Y cumplían la misión para la que fueron construidas: guardar los instrumentos, aperos, herramientas y maquinaria que se utilizaban en la trilla.

Allí estaban los trillos, en pie, apoyados en las paredes y entre sí. Las horcas, garias, garios, bieldos, palas de madera, rastros, cribas con la malla de cuero y las de tela metálica…, colgaban de las paredes, o de las vigas largueras que van de pared a pared, o de los machones del techo. Las escobas de brezo también se colgaban para que no se estropeasen. Las varas de arrear a los animales pendían de algún gancho. La aparvadora (= parva, en el habla popular) estaba  desarmada y recogida para que ocupase el menor espacio posible. Y los tiros de los trillos, y sus asientos o tajos, y las latas recogedoras de deposiciones de los animales. Y algún que otro yugo. Y hasta algún dalle, colodra e instrumento de picarlo…

Cuando llegaron las máquinas beldadoras y las segadoras, algunos les hicieron sitio en las mismas casetas.

¿Hasta cuándo llegaron las casetas? Algo más que las mismas eras, que resistieron las primeras maquinarias: segadoras y beldadoras. Estas máquinas no anulaban el trabajo en la era. Llegó después la trilladora, allá por la década de los sesenta. Incluso alguno metió su trilladora en su caseta. Claro, la tuvo que liberar de otros instrumentos, aperos y máquinas que ya no necesitaba y tuvo que agrandar la puerta….

Hubo más trilladoras en el pueblo, pero no cabían en la caseta respectiva. Y la faena del trillado fue modernizándose y pasando a la trilladora. Empezaba a ser el fin de las bucólicas casetas y de las no menos bucólicas eras, porque los tiempos iban cambiando a un ritmo muy acelerado Y llegó la cosechadora: eso fue el acabose de la era, de su función y de su razón de ser. Y con el fin de las eras, el de las casetas.




También puedes ver:

- EN EL RASTROJO: LA SIEGA (I).


Y más sobre Micieces en :  CONTENIDOS



Himno a Micieces de Ojeda