De tiempo inmemorial nos han llegado canciones y versos que rememoran amores y desamores surgidos o perdidos a la sombra o al remanso de las casetas de las eras…

–A las eras no vayas,
dice
mi madre,
porque
tras la caseta
no
te ve nadie.
Es lo que quiero:
que
nadie me vigile
cuando
te beso.
–¡Cuándo
llegará el día,
mi
buena moza,
en que pueda abrazarte
como
mi esposa!
Morena
guapa,
serás
la mi morena
y
mi chulapa.
–Aquel beso robado
tras la caseta,
aquí te lo devuelvo
en la misma era.
No soy ladrón:
tú sí que me has robado
mi corazón.
–Si
vamos en cuadrilla
nos separamos,
estaremos solitos,
yo te acompaño.
–Tras la caseta,
porque no habrá allí gente
que chismorrea.
–Cuando llegue el otoño,
¡ay mi trigueña!,
te pediré a tus padres:
serás mi dueña.
–¡Tu compañera!
la vida entera.
–Buscaré buen trabajo,
tendré dinero,
compraremos la casa
de nuestros sueños.
–Y hasta que
vuelvas,
te esperaré
sufriendo
por la tu
ausencia.
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Ubicación de las casetas de las eras en Micieces. |
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Dueños de las casetas. |
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