sábado, 2 de junio de 2018

Micieces de Ojeda. CLASES DE PATATAS (en Micieces). Micieces, pueblo patatero. (XII).





CLASES DE PATATAS


Existen miles de variedades de patata, no todas comestibles. Y van surgiendo en el mercado otras nuevas que, dicen los técnicos, se sacan para que resistan mejor las enfermedades y a los insectos. O porque son más ricas en determinados componentes alimenticios. Sólo en España se cultivan hasta unas ciento cincuenta variedades que se diferencian por el color de su piel, por el de su pulpa, por la textura de la  misma, o por su composición nutricional.

En Micieces, en los tiempos del cultivo intensivo de la patata, los tiempos de su boom patatero, ni había gran variedad de patatas, ni tampoco la había en cuanto a la forma y los tiempos de su siembra, cultivo, recolección y venta. No se cultivaban sino dos o tres variedades, y todas eran externamente muy parecidas.  El labrador de pueblo siempre fue, por naturaleza, de carácter conservador y poco dado a experiencias innovadoras en sus tierras, en sus sembrados, en sus animales… Así que ¿para qué probar novedades si la variedad de patata de toda la vida daba buen resultado? No obstante, algún labrador, por curiosidad o recomendación, intentó introducir variedades nuevas. Y desde luego, esas variedades más o menos exóticas y llamativas, como las rojas, y más aún, las moradas, no tuvieron éxito fuera de la curiosidad popular o la culinaria. En un entonces más cercano, solo la patata roja parece que llegó a sembrase en plan de producción para venta. 

Pero en el entonces más lejano, en el pueblo conocíamos las patatas tempranas y las  tardías; las de piel fina y casi transparente y las de piel más consistente; las que apenas necesitaban mondarse y aquellas de las que podían salir largas mondas −mondaduras−; las de pulpa blanca y las de amarilla;  y, casi exclusivamente para poder decir que aquí también conocíamos ese tipo de patatas, las de piel negra, las de roja y las de pulpa morada –estas que se salían, digamos, del color normal de una patata, fueron solo algo testimonial, llamativo y exótico−. Las de aquí siempre fueron de pulpa blanca o amarillenta. Y, por supuesto, entre las clases de patata tenían mucha importancia las de secano y las de regadío. En cuanto a las variedades de patata propiamente dichas, todas eran… patatas: y habría dos o tres variedades en todo el pueblo, y en la zona limítrofe, sin mayor diferenciación entre unas y otras a la hora de sembrar, cultivar, recoger o vender.
Nosotros −siendo niños, adolescentes o jóvenes− teníamos otro criterio para diferenciar las patatas: eran buenas cuando sabían bien y se comían bien, o sea, tenían buen sabor y se desmoronaban cuando las asábamos. De lo contrario, no eran buenas.Y es que cuando íbamos al campo, sobre todo cuando se iba a cuidar las vacas −esto era llevar las vacas a pastar, que solía ser a los prados−, o cuando simplemente se nos ocurría, hacíamos una hoguera sin más y asábamos patatas. Y las patatas procedían del patatal más cercano. Pues sabíamos, cosas de la experiencia aprendida y trasmitida, que las patatas de piel granulosa, de textura externa áspera y pecosa, asaban bien y estaban buenas. Y las de piel muy fina se podían comer, sí, pero no era igual: daban un cierto sabor a aguachinadas, dulzonas, no demasiado agradable… Aunque se comiesen todas… ¿Y la hoguera en el campo? ¿Y el dueño del patatal? Los mayores que nos veían, a lo más que llegaban era a decirnos:
-Tened cuidado, no vayáis a quemar el campo…, o el trigo…, o el monte…
Y el dueño del patatal se enteraría… vete a saber cuándo, porque sacábamos las patatas por debajo, respetando la mata, o volviéndola a plantar… Cuando sacase las patatas el dueño, se daría cuenta de que algunos pies no tenían las que deberían tener… Y ya era tarde para reclamar… ¿Y a quién?

Pero, la verdad, no hacíamos tantas hogueras, ni asábamos tantas patatas… Es que eso era muy pesado: lo nuestro era jugar, recorrer el campo, buscar nidos, hacer… de todo, pero no estar parados. Y el hacer hoguera y asar patatas… llevaba mucho tiempo.
(JLR)

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