1 La patata proviene de América del Sur,
de la zona fronteriza de Perú y Bolivia. Los
indígenas americanos ya la cultivaban hace más de 7.000
años.
Fue importada a Europa por los españoles en el siglo XVI, más que nada como curiosidad botánica y planta de adorno. Entre 1545 y 1560 son varios los escritores que, al escribir sobre el descubrimiento y la conquista de América, describen ya la patata como planta curiosa y llamativa con la que se alimentan los indios y sus animales.
3 Pero tardó años en popularizarse
como alimento para las personas. Durante
muchos años no tiene éxito alguno en Europa: los médicos decía que las patatas
eran tóxicas, insulsas, flatulentas, indigestas,
debilitantes y malsanas, sólo adecuadas para el
engorde de los cerdos. Y, tras
realizar unas pruebas, algo sui generis,
sobre su toxicidad, en 1565 se incluyeron en la dieta alimentaria de un
hospital de incurables (─¡De todos modos se van a morir…! ─fue el
comentario justificativo). Por estas mismas fechas el hospital de las Cinco Llagas, de Sevilla, pasaba por una desafortunada situación económica y, aprovechando la
circunstancia de que había en el mercado
abundancia de patatas muy baratas, pues eran despreciadas como alimento de
personas y se consideraban alimento exclusivo de animales, las compró en
cantidad y las incluyó en el menú de sus enfermos. Además, tuvo la ocurrencia
de sembrarlas en el huerto del hospital con la idea de emplearlas en la
alimentación de sus enfermos.
Poco
tiempo después, media Sevilla tenía macetas de patatas adornando sus portales y
fachadas. Claro está que de ahí a comerlas, había un abismo. Sin embargo, poco
a poco, demasiado poco a poco, su cultivo experimental se propagó por toda la
península. Un documento fechado en 1604 cuenta que el Arzobispado de Santiago,
en 1576 hizo plantar patatas en las
tierras del arzobispado, aunque fueron despreciadas por bastas. Parece que no volvieron a plantar patatas hasta el siglo
XVIII, al menos no en el plan de cultivo que pudiese calmar las hambrunas que
con frecuencia azotaban a los campesinos.
5 No es que lo anterior pudiera medirse como éxito, pero
fue el principio. Hacia 1560 los ejércitos españoles llevaron la patata a
Italia como alimento de sus animales. El hambre y la necesidad hicieron el
resto: que las personas también empezasen a comerlas. Y se empezó a extender su
cultivo por Europa.
6 Por aquellas mismas fechas del 1565, los piratas
asaltan naves españolas y, en uno de estos asaltos, el botín que se llevaron
fue un barco cargado de… ¡patatas! Intentaron cultivarlas y aclimatarlas en
Irlanda. Un curioso error sucedió en 1584: la patata iba aclimatándose en
Irlanda y le regalaron a la reina Isabel I unas patatas, pero la parte externa
de la planta. El cocinero lo preparó como ensalada, como si fueran lechugas: no
parece que tuvieran demasiado éxito, ni siquiera después de intentar corregir
el error…
7 Felipe II hizo un
regalo al papa Pío IV: ¡unas patatas! Fueron
consideradas como bonitas plantas de jardín… Y como tales las sembraron y adornaron
los jardines romanos durante algún tiempo. Consta que en 1673 hubo una notable
cosecha de patatas en España. Desde luego aquel hospital de Sevilla estaba de
por medio. Pero su cultivo tampoco se popularizó en
España hasta el siglo XVIII.
8 Uno de los
primeros que se dieron cuenta de su potencial alimenticio fue el farmacéutico
militar francés Parmentier, quien regaló a la Reina María Antonieta unas flores
de patata, que la soberana, complacida, colocó en su pecho. Al verlo,
Parmentier exclamó: “─¡Acabo de terminar con el hambre en Francia!”. Pero fue
el rey Luis XVI quien tuvo que convencer a su propio pueblo de su consumo. Para
ello puso en marcha un ingenioso ardid psicológico que le dio excelentes
resultados. Hizo sembrar de patatas un campo grande, poniendo por el día una
numerosa guardia en él y prohibiendo acercarse a cualquier paisano. Pero por la
noche retiraba la guardia y los campesinos, inmediatamente, iban a coger lo que
evidentemente debía de ser un producto de gran valor. Esta anécdota se cuenta también de otros
personajes: de algún otro rey, de algún obispo, de algún abad…: es bonita y
sirve para cualquiera. Estos franceses,
siempre tan chauvinistas… Esto ya sucedía en la segunda mitad del siglo
XVIII (hacia el año 1785).
Puedes ver también:
- LINARES Y PATATALES.
- LA PATATA EN MICIECES.
Y más sobre Micieces en:
(JLR)
Puedes ver también:
- LINARES Y PATATALES.
- LA PATATA EN MICIECES.
Y más sobre Micieces en:
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