TOQUE DE
TORMENTA
(JLR)

Y cuando amenazaba en verano, o
cuando ya podía hacer grave daño a los sembrados, eran muchas las familias que
encendían la vela del Santísimo –la que había estado encendida en el monumento
del Jueves Santo ante el Santísimo−, se encomendaban a santa Bárbara, a la
Virgen de la Calle, o a cualquier santo… A veces incluso aunque de boca hacia
fuera se proclamase el yo “no creo en
eso”. Pero es que estaba en peligro el fruto del trabajo de un año, y con
eso no se juega.



Ciertamente algo deben de influir
las ondas sonoras en el nublado, pues son muchos los pueblos en los que existe
esta creencia. Y cuentan quienes lo vivieron que, en cierta ocasión en que
amenazaba uno de esos nublados negros y previsiblemente horribles, fueron a
tocar la campanilla de la ermita dela Virgen de la Calle y no pudieron moverla
ni entre varios: que no quería tocar y no consiguieron que tocara… Pero, aun
así, el nublado pasó de largo en aquella ocasión.
El toque de tormenta, más bien
contra la tormenta o nublado, se hace volteando la campana, si se puede, o medio
volteándola como la de la ermita, de forma continuada, seguida y relativamente
rápida, pero no mucho. Y no vendría de más una oración para que Dios preservase
los sembrados del mal que la tormenta pudiera hacer en ellos. Aunque el hecho
de tocar la campana no deja de ser una oración y un acto de fe en la bondad de
Dios.
Puedes ver también sobre "las campanas de Micieces" (hacer click):
Y sobre tormentas y pedriscos:
Todo sobre Micieces en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario