Las eras
miciecenses estaban claramente divididas en cuatro sectores por las líneas de
la carretera Villavega-Payo y la del desvío a Mccs-huerta del Sr. Onofre, que forman
una cruz. Y en esos cuatro ángulos de esa cruz estaban las eras. La carretera,
desde luego, era la línea divisoria principal: al norte, las eras de arriba; al
sur, las de abajo.
La Micipedia
oral cuenta que las eras de arriba siempre estuvieron ahí. Aunque no siempre
las mismas en número y en tamaño y forma: se fueron añadiendo según las
compras, las trasmisiones hereditarias y las necesidades y avatares de las
familias. Igualmente sucedió en las de la zona de abajo.
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La "caseta Pepín" |
Hasta esos últimos tiempos de las eras, había en ellas 16 casetas (la única que está fuera de esta zona es la del tió Pepín), cada una edificada por el dueño de su era donde y como mejor le convenía. Podríamos definir la caseta como construcción de una única sala, rectangular, de solo el piso bajo y cuyo habitáculo estaba cubierto directamente por el tejado a teja vana, con teja árabe, a canal y cobija, y a dos aguas.
Los cimientos eran muy someros: solo iban a sostener una altura y el tejado. Y se hacían a base de piedras y cantos rodados, sacados de las mismas tierras de labranza, o del río y arroyos. En algunos casos simplemente asomaban dos palmos del nivel del suelo; en otros podría llegar a un metro sobre ese nivel. Y las piedras estaban trabadas con mortero, algunas veces, y casi siempre con barro arcilloso.
Cada caseta
está orientada a favor de la era, no de la lluvia o del viento. Y todas son de
planta rectangular. Tienen una sola puerta, casi en todas bastante amplia, en
el lado que da a la era. Y una ventana, casi con categoría de ventanuco,
enrejada muy sencillamente y orientada según conveniencia de la era. El suelo
es de tierra arcillosa apisonada.