EL ABEJO (III). Funerales.
‒¡Que nadie se
acerque al muerto,
ni se le ocurra
tocarlo!
Ha de ser la
autoridad
que autorice a
levantarlo.
Y
la autoridad llegó
sin
tener prisa en el caso,
arregló
aquellos papeles
y
se fue como un ensalmo.
Y
entre el cura y el alcalde
convienen
lo funerario.
‒Ya que en
Micieces ha muerto,
en Micieces sea
enterrado.
Salón
del ayuntamiento:
el
cadáver es velado.
El
pueblo entero ante él
pasa
devoto rezando,
y
más de una moza llora
y se marcha suspirando.
Al
entierro llegan muchos
de
los pueblos más cercanos,
que
el Abejo tuvo amigos
y
amigas por todos lados.
Alguien quería enterrarlo
en el sitio de paganos,
mas el cura dijo: ‒No,
será como buen cristiano.
Y la fosa le cavaron
donde tocaba ese año,
y por no tener dinero,
como pobre lo enterraron,
y en caja de la parroquia
le llevan al camposanto.
¿Dónde se iría el dinero
por el Abejo robado?
Pues nadie lo preguntó
y nadie nos lo ha explicado.
Rezó el cura por el muerto
y le acompañó a enterrarlo.
Y el alcalde un gran discurso
soltó muy emocionado:
‒…que si el Abejo era bueno,
incluso también robando,
que ayudaba a muchos pobres
en los momentos más malos,
que el pobrecito murió
como muere el urogallo:
por amor a una mujer
perdió su instinto y su tacto
y en el descuido amoroso
le llegaron los disparos…
Nadie olvidó aquel discurso
ni al bandolero enterrado,
y el Abejo en esa tumba
descansó por muchos años.
Alguien le puso una cruz
de madera de castaño
y en ella solo escribió:
“Es Abejo, el Urogallo”.
Dicen que por mucho tiempo
aquello fue respetado
y para todos fue aquella
“la tumba del Urogallo”.
Y por los Fieles Difuntos
nunca le faltaron ramos
que, sin saber quién los
paga,
todos sospechaban algo.
Muchos
años más acá,
la
postguerra está pasando,
tocó
abrir aquella tumba,
“la
tumba del Urogallo”:
gran
curiosidad había
por
ver si quedaba algo.
Y
algo sí que quedaba:
de
huesos, unos pedazos;
tierra
roja, algo de barro…
¿De
la caja? Fue prestada
para poder enterrarlo.
El Abejo con su historia
al romancero ha pasado,
y la gente lo tenía
como hechos confirmados.
En Micieces lo contaban
desde los tiempos arcaicos
y lo cantaban con sones
de romance castellano.
J.
L. R. I. /Octubre-2025
También puedes ver:
- Romance de EL MOLINO DE GORRÓN.
- Romance de EL MOLINO DE PALAHIERRO.
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