LAS CALLES DE MICIECES
El trazado de las calles de Micieces es
básicamente de líneas rectas, con dos
calles que se cruzan en ángulo recto en el mismo centro del pueblo, sin por
ello dejar suficiente espacio como para decir que el cruce constituye una
plaza. La calle principal va a lo largo
de un arroyo que, más arriba, se bifurca para recoger las aguas de dos valles. Este arroyo está ahora
cubierto, es subterráneo, y cumple con la función que antes tenía, recoger las
aguas de los dos valles, más otra que se le asignó cuando se soterró: la de
colector de aguas negras. Desde entonces se le llama simplemente el colector.
La otra calle va desde el camino de la iglesia hasta el del Indiviso,
empalmando con ambos caminos en sus respectivos extremos y cruzándose con la
anterior calle en el centro del pueblo. A estas dos calles ─o cuatro, si se las
cuenta a partir del punto central del pueblo donde se cruzan─ se fueron añadiendo otras conforme iba creciendo el
pueblo.
Si nos atenemos a los más lejanos
recuerdos vivos de la Micipedia ─es decir, lo que cuentan de viva voz
los que todavía viven─, el pueblo de MICIECES estaba situado un poquito más hacia el este de lo que está
en la actualidad. O sea, a los pies del Altolaiglesia y más hacia el
antiguo camino de Berzosa. Por el motivo que fuere, se trasladó al lugar
que ocupa hoy.
Es curioso el urbanismo de Micieces: las cuatro calles
principales ─o dos que se cruzan─ son anchas y rectas. Parece el trazado de
las ciudades que iban naciendo en el nuevo mundo, o de las que nacieron en
tiempos modernos, fruto de los planes de extensión agraria. Seguramente
proviene de los tiempos del siglo XVIII y está ya influenciado por las teorías
urbanísticas de la Ilustración. Y, desde luego, su trazado no es el de un
pueblo de frontera, que se tiene que defender de enemigos armados, sino el de
un pueblo abierto al campo que había de trabajar y del que había de vivir. Se
puede adivinar que, en el trascurso del tiempo, se fueron añadiendo calles y
callejas, ya sin el mismo criterio urbanístico, e, incluso, se rehicieron
algunas casas antiguas y se les añadieron nuevas partes saliéndose de la línea
urbanística lógica y comiendo terreno a la calle.
"MICIECES. En el año 1185 ya existía" ( y quién sabe si ya era "viejo"). |
Estas
afirmaciones no aminoran la antigüedad de la fundación de Micieces. La parte
más antigua de la iglesia parroquial procede del siglo XII. Y los restos más
antiguos de la ermita de la Virgen de la Calle ─parte de la espadaña─ se
remontan también al siglo XI o XII. Y hay constancia en documentos anteriores a
estos siglos de que el pueblo o caserío ya existía con un nombre muy similar al
actual. Además, Alfonso VIII se lo dio en beneficio a don Fernando de Robledillo (1203): señal de que era ya un pueblo que
producía riqueza.
(JLR)
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