REMEDIOS CASEROS (III)
(JLR)
Por aquel entonces ponerse una inyección
de penicilina era un sueño, además imposible de soñar. (Al Dr. Fleming le dieron
el Nobel de medicina el 1945, cuando ya se producía la penicilina en
cantidad…).
A España ya habría llegado, seguro, pero con cuentagotas y a precios imposibles para las gentes pobres de los pueblos…
Así que, si tenías
una infección de oídos, por ejemplo, remedio casero: unas gotas de aceite
caliente, paños calientes, alguna tisana para calmarte el dolor… Yo siempre
padecí de los oídos y sé muy bien lo malo que es el dolor de oídos… Una vez me
hablaron de un remedio seguro: debería echarme en el oído dolorido leche del
pecho de una mujer que estuviera amamantando a su hijo. Me decían que la leche
materna tiene algo que cura enfermedades… y no sé cuántas cosas más.
-Pues
vete a la prima que te eche unas gotas de leche en el oído…
La verdad, nunca nos dio vergüenza el
ver cuando la madre, o cualquier otra madre, daba de mamar al niño. Pero eso de
ir a que te echen leche en el oído…, eso era otra cosa. Y, naturalmente, no me
atreví y no fui, y eso que la tal prima era vecina y vivía pared por medio.
Así
que sigo con el oído estropeado y no tuve la experiencia de si esa medicina
servía o no… Claro, cuando uno es ya mayor piensa que una buena sordera da
mucho de sí y permite no oír algunas cosas que no interesan…
Otro de los
remedios para dolores o males relacionados con el vientre, la barriga, las
tripas, eran las infusiones, sobre todo la manzanilla y el té.
La manzanilla se
recogía en las praderas del pueblo en la época debida. El té era de los que se
llaman de piedra, de monte, no de lo que se vendía y procede del árbol o arbusto del té. En la zona de la
Peña (montañas de Cervera) había muy buen té de montaña, o de piedra. En
Micieces había un lugar donde se daba con cierta abundancia. La fuerza de este
té está sobre todo en la flor, no en la hoja como en el té de árbol. Muy acá en
el tiempo también se utilizaban las
infusiones de poleo.
Pero antes, el poleo solo se utilizaba para apartar a las
abejas cuando se las cataba, decían que por su olor. También vi en algunas
casas infusiones de tila, de ortiga, de laurel, de amapola.
Pero si te dolía la tripa (sic), ya sabías el
remedio usual: una manzanilla o un té… Y darle tiempo, que ya se pasaría el
dolor. Todavía quedan resabios en las gentes que antiguamente fuimos niños de
que el té y la manzanilla son para los enfermos…
-REMEDIOS CASEROS (I)- "...que un día os vais a matar..."
- REMEDIOS CASEROS (II). Quemaduras, dolor de muelas, catarro...
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