FUENTE "LA
ISILLA"
El nombre de Isilla
(toponimia de Micieces)
viene de dehesilla = dehesa pequeña.
El topónimo hace referencia, por tanto, al lugar y contorno que debió de ser una dehesa no grande, cuya fuente era
esta de la que hablamos. La zona, pues, se llama Isilla, tomando hoy el
nombre de la fuente, aunque posiblemente antes fue al revés, la fuente tomó el
nombre de la zona.
9 - La Isilla |
Las tierras de todo el
alto y de los de alrededor son de estructura similar: están formadas por una
capa más o menos profunda de tierra cultivable, arenosa y de cascajo, tierra
ligera, que descansa sobre estratos más profundos de arcilla. Esto hace que el
agua de la lluvia, y la que pueda venir de otros sitios lejanos, se filtre
hasta la capa arcillosa impermeable y busque un lugar más débil, una hondonada,
una cárcava…, por donde aflorar al exterior. Y en este caso lo encontró en la
base de este alto y en la iniciación del valle.
Como todas las fuentes
del campo en los alrededores de Micieces, sobre todo las que más se utilizaron
para beber las personas, fueron arregladas en algún tiempo en las huebras
vecinales. Y parece que el diseño era común a todas: es que el ingeniero era el mismo, un vecino, o
varios coincidentes.
Yo la conocí como
manantial que salía en un ribazo cubierto de malruyos, en la cuneta del camino, con unas cuantas piedras rodadas
(en Micieces no hay piedras de otro tipo, a no ser que se hayan traído de
fuera) que facilitaban el poner la rodilla en el suelo, o las dos, para mejor
beber. Y su agua bajaba por el centro del valle, bastante inclinado, que era
pradera, reteniéndose en algunos pozos, charcos o tojos, con salida de lo que
sobraba hacia un arroyo que lo llevaba al del Ruyal, por detrás de las últimas casas del pueblo, cruzaba el
camino de Berzosa, las Harrenes (o Herrenes) y los prados para
desembocar en el río. En invierno y cuando había nublado el agua seguía su
criterio y bajaba directamente por el camino de los quiñones y el de Oteros y
atravesaba el pueblo por el arroyo, que luego se transformó en colector
.
En una de las huebras,
pues, se la arregló. Se la hizo tipo pozo, redondeada, honda, con paredes de
piedra y cemento, se la cubrió un poco por encima para evitar la tierra que
podría arrastrar el agua de lluvia, y se le dio una salida casi en forma de
caño. Más recogida sí estaba, y más fácil de utilizar.
Por aquella época del
arreglo de la fuente se habían dado roturos
en el monte de los Cotorrillos, en
toda la falda norte de aquellos montes que limitaban al sur con Oteros y
Báscones. Estos roturos, en Micieces
siempre se llamaron quiñones. A otros
labrantíos de la altiplanicie también se les llamaba quiñones, pero como estos
eran más recientes, se apropiaron del nombre. Y por eso el camino que pasaba
junto a la fuente de la Isilla se llamó camino de los Quiñones. Y, menos en invierno, tenía
bastante tráfico de carros, animales y personas.
Era agradable, cuando
hacía buen tiempo, sentarse a beber al agua de la fuente, descansar y charlar
con los demás. Porque aquellos quiñones daban mucho trabajo: en ellos se
sembraban cereales y patatas. Por aquel entonces aquellas tierras estaban recién roturadas y
como no se utilizaban herbicidas, daban muchos hierbajos, gerineldos,
clavelones, aballicos…, y había que arrancarlos o "matarlos" con la azadilla (azada pequeña). Los niños
íbamos también a los quiñones. Al volver a casa al atardecer o anochecer,
siempre se juntaban varias familias alrededor de la fuente. Los mayores
hablarían de sus cosas, pero los no mayores buscábamos en los alrededores algo
con qué jugar, quizá ranas en las
charcas y tojos de la pradera, o, a veces, hacíamos figuras diversas con la
azada (con la pica) en la pradera.
Recuerdo que en cierta
ocasión contaron que alguien del pueblo había ido a beber a esta fuente y se
había encontrado una culebra enorme, enorme…, de lo menos dos metros, y que le
había perseguido por la pradera…, y que tuvo que meterse en tierra arada porque
sabía que las culebras se mueven muy bien en la hierba pero no en terreno
áspero o no igualado… Desde entonces creo que cuando íbamos a beber en la Isilla,
mirábamos dos veces antes, no fuera a estar semejante culebrón allí
esperándonos… Cuando mucho tiempo después vi por primera vez una anaconda, el
culebrón de la Isilla ya no me pareció tan grande…
Ahora también la fuente de la Isilla ha cambiado. Se ha recogido el agua en una tubería y se ha llevado hasta una pileta para que beban los animales. Es que aquel terreno parece que ha adquirido su antiguo destino: el de ser dehesa, dehesilla porque no es grande. Está cercado con alambre y se reserva para pasto de las vacas. Y las antiguas charcas de la pradera se han perdido: la pileta es suficiente y se aprovecha mejor el agua. La verdad es que la gente ya no usa ni necesita la fuente: al campo se va con el agua en botella, o embotellada, no sea que las fuentes estén contaminadas… Lo cierto es que, de esa forma, la fuente de la Isilla se podrá mantener manando, y, a poco que la cuiden, sus veneros no necesitarán buscar otros afloramientos.
(JLR)
Nº 9 : Fuente "La Isilla" (Mapa de las fuentes de Micieces) |
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