1.- Si en calles de la
vida nos perdemos,
o
en calles de Amargura caminamos;
si
dolores o penas padecemos
o
faltos de ilusión nos encontramos,
cual
hijos desvalidos ver queremos
tu
imagen maternal, y te rogamos
que
tu luz y tu amor nunca nos fallen.
¡Eres
tú nuestra Virgen de la Calle!
2.- En humilde y simple
ermita, situada
en
el centro del pueblo de Micieces,
es
tu imagen querida y venerada
y
eres centro del pueblo que proteges.
Si
algún miciecense te olvidara
y
olvidare el amor que tú nos tienes,
cuida
siempre a tus hijos donde se hallen:
¡eres
tú nuestra Virgen de la Calle!
3.- En madero de leña te mostraste
y
con rabia a la calle te arrojaron;
el
nombre de la Calle tú tomaste
y
con él desde entonces te invocamos.
A
tu ermita, entre flores otoñales
y
nocturnas hogueras, te llevaron.
Que
lo antiguo en nueva vida estalle:
¡eres
tú nuestra Virgen de la Calle!
4.- Morena de la calle
te pintaron
y
con rostro de rasgos maternales.
Sobre
nubes y un ángel colocaron
tus
pies inmaculados, virginales.
Siempre
al Hijo tus manos nos llevaron,
que
en tus brazos es el Rey de los mortales.
Madre,
Virgen, sin mancha, y el detalle:
¡eres
tú nuestra Virgen de la Calle!
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