VALDELACALLE
(José Luis Rodríguez I.)

Este valle se llama Valdelacalle.
Y el camino antes dicho (ahora es de los de concentración, bastante arreglado)
lo cruza más o menos de norte a sur aprovechando la ladera de una protuberancia
longitudinal que separa este valle del siguiente que ya es Indiviso.
Pues en este valle de Valdelacalle,
más o menos a su mitad y en la izquierda de su subida, hay varios manantiales (Valdelacalle I y II) que desaguan en un arroyo, que más abajo cruza el camino, recoge también las
aguas del Cañón y va a desembocar en el cercano río del Valle o del Indiviso.
Antes se perdían sin más en el río, menos cuando se aprovechaban para regar una
o dos tierras de la misma ribera del río.
Cuando Micieces decidió
poner agua corriente en las casas, se barajaron varios manantiales como
posibles para dar de beber al pueblo. Y después de los consabidos acuerdos y
desacuerdos, se llegó a la conclusión de que la mejor solución era recoger los
manantiales de Valdelacalle y traerlos al pueblo. ¿Que estaba lejos? Para eso
inventaron las tuberías. ¿Que si no daba la altura? Se midió y sí la daba. Así
que se hizo la obra, se recogieron aquellos manantiales, se entubaron y, sin necesidad de motores, por su propio
peso (ley de los vasos comunicantes) el agua llegó al depósito y de ahí, a las
casas (Valdelacalle I).
Otras fuentes:
- San Lorenzo.
- San Andrés.
- Fontesoñas.
- El Cañón.
- Camino de Oteros.
- La Fuente.
- El Majuelo.
- Las fuentes de Micieces.
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