EL TRONCO DE CIRUELO Y SAN PEDRO
PARTE III
YO TE CONOCÍ, CIRUELO
(La palabra "tío", en los pueblos, se pronuncia como aguda ("tió") cuando no se refiere al parentesco, sino a cierta familiaridad. Por eso en el texto está sin tilde).
para ganar el sustento
los artistas y artesanos
se recorrían los pueblos
-se les llamaba ambulantes-,
y había picapedreros,
labradores y albañiles,
constructores y canteros,
escultores, doradores,
y también imagineros…
Llegó un ambulante
un día,
no pasado mucho tiempo,
ofreciendo hacer su arte
de escultor imaginero.
El merino con el cura
lo contratan al momento.
Buscan madera curada
-El tio Pedro tiene mucha
Mirando mira el artista
un gran tronco de ciruelo.
-Este podría servir:
de aquí sale un santo bueno.
El tio Pedro se adelanta
generoso y satisfecho:
-El tronco yo lo regalo
porque si lleva mi nombre,
Y al imaginero explica:
-De mi huerto era el ciruelo.
Cuando el hacha le metí,
en menguante estaba el cielo,
el mes tenía dos erres
y era muy frío el invierno.
Un año lleva curándose
bajo teja en mi leñero.
Con el ciruelo quería
Mira, remira y estudia
el escultor al madero
y dice, al final, convencido:
Un buen santo les haré
de este tronco. Me lo quedo.
-No verás maravedí,
si no está el pueblo satisfecho,
dice el merino al artista.
Y el cura por no ser menos:
-Recuerda y tenlo bien claro:
el santo ha de ser san Pedro…
-Aunque lo copies del cielo,
tiene que ser mi tocayo
lo que hagas del ciruelo…
-Que yo soy un buen artista
escultor imaginero,
que tengo ya muchas obras
y a todos he satisfecho,
y el estilo castellano
lo domino por completo…
Cuando pasen los tres meses
aquí tendréis el san Pedro.
(JLR)
(Continuará...)
(JLR)
(Continuará...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario