TRADICIONES Y CÁNTICOS DE MICIECES
MES DE JUNIO: SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
(JLR)
LA FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN, AYER.
Cuentan fuentes generalmente bien informadas (las
tales fuentes son miciecenses con muchos años cumplidos ya) que desde siempre (su
siempre se remonta a años antes de la guerra del 1936) hubo y funcionó en
Micieces la Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús. No era
obligatorio su pertenencia a esta cofradía, pero la inmensa mayoría de vecinos
y vecinas eran cofrades de ella. También tuvo sus vaivenes, sus años o tiempos
más brillantes y otros más apagados. Pero siempre ha existido, y sigue
existiendo.
"Detente" que se ponía en la puerta de la casa. |
En la iglesia parroquial hay una imagen del Sagrado
Corazón de Jesús, en la calle lateral izquierda del retablo del altar mayor,
según la miran los fieles. Es de escayola, típica de lo que se ha llamado “factoría de Olot”, pero que puede ser
de unos talleres de la provincia de Toledo. Para el caso es lo mismo: son muy
similares. Su diseño procede de Francia: a finales del siglo XIX hubo una
avalancha de estampas e imágenes de todo tipo de santos y vírgenes,
caracterizadas por su mucho colorido y sus rasgos un tanto melífluos. Desde
luego no son coincidentes con el barroco español, al que desbancaron en la
devoción popular (quizá habría que decir mejor, en la devoción de las gentes de
pueblo). La imagen representa a Cristo
que, con la mano derecha, muestra su corazón llameante e irradiado, y con la
izquierda parece estar llamando a los fieles. En ambas manos se le ven
claramente las heridas de los clavos de la cruz. A pesar de lo que digo arriba,
es una imagen atractiva, hecha para promover la confianza, la fe y el amor de
fieles.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús era muy
profunda en la fe de los pueblos y también en Micieces. El ejercicio devocional de los
nueve primeros viernes de mes lo hacía mucha gente, no solo los niños y mujeres. Y para el día de la
fiesta había algo así como confesiones generales y, consecuentemente,
comuniones.
La fiesta del Sagrado Corazón se celebraba por todo lo
alto: procesión, con la imagen del Corazón de Jesús, el Santísimo, altares por
las calles, pendón al viento y banda de música. Terminados los actos
religiosos, la banda tocaba y se organizaba un baile, similar al día de la
fiesta del pueblo. Un día, cualquier día, llegaron los aires de cambio con un
nuevo párroco: no le parecía bien eso del baile en la fiesta religiosa… Y se
acabó la música, la banda y el baile… Todo es opinable y fueron muchos a los
que esa prohibición no les pareció bien: ¡si era fiesta, era fiesta para todo…!
Pero el baile no volvió.
LA FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN, HOY
La gente del pueblo ha disminuido, pero los que en él quedan siguen manteniendo las tradiciones, en lo posible.
En la ermita (la ermita es el templo que está en
el centro del pueblo, que es la ermita de la Virgen de la Calle) se prepara un
altarcito con una imagen del Corazón de Jesús que presidirá la novena de
preparación de su fiesta. Cuando hay sacerdote y puede, suele haber misa,
rosario y novena. Si no, lo que se pueda hacer. Y la víspera, confesiones
generales.
El día de la fiesta hay misa solemne y, por la tarde,
procesión: imagen del Sagrado Corazón, algún otro santo acompañante (depende
del año y de la gente que pueda llevarlo), pendón grande al viento y Santísimo. Tiempos hubo en que una cosa era la procesión
del Corpus, con el Santísimo, y otra la del Corazón de Jesús. Posteriormente se
simplificó y el ritual de procesión, que era muy similar, se simplificó, se
unificó y quedó solo la del Sagrado Corazón. La del Corpus se suprimió.
Pues en esta procesión (unificada) el pueblo se
engalana: se hacen varios altares en diversas calles; se alfombra el suelo con
flores, argañas, cantigüeso, ramas de chopo, retamas… En tiempos todas las
calles por donde iba a pasar el Santísimo, es decir, la procesión, quedaban
alfombradas. Hoy no da la gente para tanto y solo se alfombra a trozos y
alrededor de cada altar. También en
tiempo llegaban a hacerse hasta siete u ocho altares. Hoy día con cuatro hay
suficientes. En cada altar se para la procesión, se hace el ritual de la
exposición del Santísimo, se reza y se da la bendición… Y así se recorren las
calles principales del pueblo, hasta volver a la iglesia de donde se salió.
Y se cantaban (y se cantan) canciones como la siguiente:
1.- Dueño
de mi vida,
vida de mi amor,
ábreme la herida
de tu corazón.
2.- Corazón
divino,
dulce cual la miel,
tú eres el camino
para el alma fiel.
3.-Tú
abrasas el hielo,
tú endulzas la hiel,
tú eres el consuelo
para el alma fiel.
4.-Corazón
divino,
qué dulzura dan
de tu sangre el vino,
de tu cuerpo el pan.
5.-Tú
eres la esperanza
del que va a vivir,
tú eres el remedio
del que va a morir.
6.-Corazón
divino,
Jesús guíame,
si yerro el camino
enderézame.
7.-Yo
soy tu vasallo,
tú serás mi juez:
cuando a mí me juzgues,
compadécete.
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