lunes, 9 de septiembre de 2013

IGLESIAS DE MICIECES DE OJEDA (III). ERMITA DE LA VIRGEN DE LA CALLE












LA ERMITA DE LA VIRGEN DE LA CALLE

(José Luis Rodríguez I. - Pepe)


"En humilde y simple ermita, situada / en el centro del pueblo de Micieces…”(Himno a la Virgen de la Calle de Micieces de Ojeda).  



Pues ahí está: en el mismo centro del pueblo.




La construcción actual es del siglo XVIII. Mas es casi seguro que su origen se remonta a tiempos anteriores: el origen podría ser incluso románico.










El espacio interior de la ermita es un rectángulo regular, de 103 metros cuadrados de superficie y está orientada, aunque no exactamente del todo, en la dirección norte-sur: el lado norte es la cabecera. Sólo tiene una puerta y una ventana, que dan al este. Es construcción de mampostería, salvo las esquinas, los enmarcados de puerta y ventana, el primer cuerpo de la espadaña y la ventana ahora descubierta en la escalera del coro, que son de piedra caliza de cantería.

Sobre la pared sur se levanta la espadaña, con hueco para la campana. El original sólo tuvo un cuerpo y un hueco, de piedra de cantería y arco románico. Este vano se mantuvo cegado hasta la última restauración en que se optó por abrirlo, aunque la pared de la casa vecina le quita vistosidad. Como, al parecer, las casas se empezaron a construir más altas, la campana quedaba muy baja y su sonido ya no podía llegar a todo el pueblo, sobre la construcción original se levantó, en construcción de albañilería corriente y lucido de cemento, un cuerpo más para que estuviera por encima de los tejados vecinos, rematándolo con adornos típicos de la época: un pináculo a cada lado culminado con su respectiva bola, igualmente de albañilería y enlucidos de cemento.











La ventana que se descubrió en la última restauración en la escalera que sube al coro es pequeña, abocinada, tipo saetera, de piedra caliza de cantería y canteada, no pulida, de 82 cm x 55 cm. en la parte ancha, la interior, y 40 x 15 en la exterior, pero su luz queda tapada por la casa vecina. (Antes hubo un espacio intermedio, entre la pared de la ermita y la de la casa, que en tiempos también se tapó).

Quien esto escribe ha conocido el interior de la ermita en tres épocas:

1.- ANTES DEL CONCILIO:



Me refiero al concilio Vaticano II (1962-65). El interior de la ermita estaba caracterizado por esto:

- por dentro, más parecía una sala alargada que pudiera servir para cualquier otra cosa, pero hacía las veces de ermita. Era de cielo raso, de escayola y pintado de blanco, paredes y techo estaban lucidas con yeso y pintadas también en blanco;

- el retablo estaba en la pared norte: siempre ha sido la cabecera de la ermita;



- la imagen de la Virgen de la Calle estaba en el centro del retablo;

- el altar estaba adosado a la pared norte, por debajo del retablo;



- se añadieron a la pared, en simples peanas, dos imágenes, regalos (década de los 40 ó 50) de dos familias miciecenses (de nacimiento o de adopción): san José en el lado del evangelio (izquierda de los fieles) y la Virgen del Carmen (derecha de los fieles). Son dos imágenes de escayola, similares a las que se encuentran en multitud de iglesias;


- al lado izquierdo de los fieles estaba habilitado un espacio para sacristía, separado de la nave por un tabique de media altura de madera. Desde este espacio se subía a un púlpito muy sencillo y simple, de madera;


- el presbiterio estaba elevado, que no separado, a un escalón de altura, de la nave de los fieles mediante una tarima continuada;


- los niños tenían su espacio a la derecha de los fieles, en la parte opuesta al espacio que hacía de sacristía; las niñas ocupaban los primeros lugares, delante, en la parte izquierda;


- las mujeres ocupaban lo que podríamos llamar nave de la ermita; los hombres subían al coro o se quedaban bajo él;

- la parte trasera de la ermita estaba dividida en dos pisos: coro y bajo coro. Al ser la altura total no muy grande, quedaban, en verdad, pequeñas las alturas de ambas partes.


- siempre conocí bancos de madera, pero de fabricación “casera” y algunos bastante “en bruto”, hasta que se compraron de fábrica; además, había reclinatorios de diferentes modelos que eran propiedad de las feligresas.

2.- DESPUÉS DEL CONCILIO:



A raíz de la renovación conciliar, sobre todo en lo referente a la liturgia, también en esta ermita hubo grandes cambios:


- se quitó lo que hacía de sacristía y el púlpito y se liberó toda la pared delantera;
- se quitó el retablo, y en la misma pared, en su centro, se hizo una hornacina muy ajustada al tamaño de la imagen, donde se colocó la de la Virgen. Al menos se tuvo el cuidado de no estropear el retablo y conservarlo tal cual era en la iglesia parroquial;

- las dos imágenes que acompañaban a la de la Virgen de la Calle se colocaron a los lados en simuladas medias columnas adosadas a la pared, hechas de tubo de uralita, o similar, y pintadas en blanco, y cuyos capiteles son simples peanas de albañilería sencilla: San José al lado de la epístola, (mirado al altar, a la derecha), y la Virgen del Carmen, al otro lado;

- la sacristía se traslado al espació que se habilitó bajo el coro, aislándolo con un tabique. La población ya había mermado en número y el espacio que quedaba era suficiente para dar cabida a la gente en los días ordinarios;



- el altar, mesa de construcción sostenida por cuatro columnas uralíticas, pintadas en blanco, se separó de la pared y quedó exento y de cara al pueblo, según las nuevas normas litúrgicas;

- en este mismo arreglo, se cambió la madera del piso, se puso un zócalo de madera a lo largo de todas las paredes para evitar humedades y, no mucho después, se renovaron los bancos;


- las paredes y el cielo raso siguieron igual: enlucidas de escayola y yeso y pintadas de blanco.




3.- ÚLTIMA RENOVACIÓN O ARREGLO:

Es del año 2007. Copio de internet lo siguiente:

 LA JUNTA REPARA LA CUBIERTA DE LA ERMITA DE MICIECES DE OJEDA, AQUEJADA DE HUMEDADES
Los trabajos se centran principalmente en la reparación de la cubierta, aquejada de humedades y deformaciones, mediante la construcción de una nueva que conserva la tipología de la original (a tres aguas, con una pendiente del 45% y teja árabe), sobre dos cerchas intermedias que actúan de estructura principal para fijar sobre ellas una viga superior en cumbrera e inferior en cerramientos de fachada. Los trabajos se completan con la sustitución de la carpintería exterior en madera, el picado y enfoscado de las fachadas mediante mortero de cemento blanco sobre malla metálica, así como el recrecido de la fachada mediante fábrica de ladrillo perforado y posterior acabado.

(Diario Palentino Digital, 13 de noviembre de 2007).

Las obras, para corregir las deficiencias, han supuesto una inversión de 30.000 euros.

Además de los trabajos realizados en la cubierta, se ha sustituido la carpintería exterior en madera y se han picado y enfoscado las fachadas, que también se han recrecido. El delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, José María Hernández, acompañado del alcalde de Micieces de Ojeda, Jerónimo Bravo, visitó ayer las obras de reparación de la ermita de la Virgen de la Calle de la localidad, ejecutadas por la Consejería de Fomento por importe de 30.000 euros. Los trabajos se centran principalmente en la reparación de la cubierta, aquejada de humedades y deformaciones, mediante la construcción de una nueva que conserva la tipología de la original (a tres aguas, con una pendiente del 45% y teja árabe), sobre dos cerchas intermedias que actúan de estructura principal para fijar sobre ellas una viga superior en cumbrera e inferior en cerramientos de fachada Los trabajos se completan con la sustitución de la carpintería exterior en madera, el picado y enfoscado de las fachadas mediante mortero de cemento blanco sobre malla metálica, así como el recrecido de la fachada mediante fábrica de ladrillo perforado y posterior acabado. El santuario, ubicado en el casco urbano, es de forma rectangular, de 103,68 metros cuadrados de superficie, y se encuentra adosada por un lado a una espadaña y, por otro, a edificios de viviendas colindantes. La cubierta, a tres aguas, consta de estructura de madera, tablero de madera y teja de cerámica de curva árabe. Con el paso de los años, en la techumbre se han registrado corrimientos de las tejas, provocando la filtración al interior de la ermita del agua de lluvia, y acelerando la deformación y putrefacción de la madera. Los trabajos se han centrado en la subsanación de todas estas deficiencias. Desde el año 2003, la Junta ha invertido en el término municipal de Micieces de Ojeda 129.375 euros, destinados fundamentalmente a la realización de obras de urbanización y abastecimiento, recuperación del patrimonio etnográfico, apoyo y fomento del empleo y mejora ambiental de los entornos de la localidad.



Traducido a un lenguaje no técnico, estos son los cambios más visibles y llamativos:

- se levantaron más las paredes;

- se arregló el tejado, que sigue siendo a tres aguas;

- se abrió en la espadaña el antiguo vano de la campana (queda medio tapado por la casa vecina);

- en la escalera al coro, se descubrió una ventana, tipo saetera, abocinada hacia fuera y en piedra caliza de cantería: queda sin luz porque da a la casa vecina (antes había una separación entre la pared de la ermita y la de la casa);

- se ha puesto calefacción;

- desapareció el cielo raso dándole al espacio mucha más altura, en sensación y en la realidad;

- la techumbre y sus vigas, de madera barnizada, están a cara vista, mantienen el color de la madera y muestran la estructura de la techumbre;

- se ha vuelto el retablo a su lugar, dando cobijo y adorno a la imagen de la Virgen de la Calle. Se le ha buscado como basamento, a lo largo de todo lo ancho del retablo, una piedra caliza de cantería que no desentona de la cantería del resto de la ermita o de la iglesia;









- el altar, nuevo y de ladrillo macizo, tipo antiguo, sigue estando exento y de cara al pueblo;

- lo que podría llamarse presbiterio está elevado y separado del resto del templo por dos escalones;



- las imágenes de san José y de la Virgen del Carmen, a ambos lados del retablo. Están colocadas sobre unos soportes de madera adornados con paños de trabajo de ganchillo hechos por alguna devota del pueblo. Curiosidad: están cambiadas de sitio en relación al lugar que tenían anteriormente, aunque creo que antes de la reforma del Concilio estaban como ahora: San José a la izquierda del pueblo, y la Virgen del Carmen, a la derecha;


- tiene nueva iluminación: es mejor, más uniforme y, al parecer, mejor orientada.

- el suelo sigue siendo de madera, y se arregló también.



La verdad es que ha quedado muy recogida, acogedora y mucho más apropiada para el destino de ermita de oración. Creo que la transformación valió la pena.

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Himno a Micieces de Ojeda