jueves, 4 de septiembre de 2025

Micieces de Ojeda. VACACIONES 2025.


 



                   

                                     VACACIONES DE VERANO - 2025



1. ¡Vacaciones de verano,

qué alegría, qué descanso…!

 A mi corazón amanso

con planes al por mayor.

Soy enfermo y jubilata

y en convento residencia

resido por obediencia,

necesidad y dolor.



2.     Quiero que mis vacaciones
de este verano, en agosto,
no me produzcan más costo
que ese calor estival.
Quiero que sean virtuosas,
sencillas, morigeradas,
divertidas, disfrutadas,
de eutrapelia monacal.


3.     La virtud de la eutrapelia
implica ser moderado:
¡Y yo soy eutrapeliado
en el gusto y la actitud!
No me gusta lo excesivo
y lo escaso no me anima:
mi ser al medio se inclina
porque allí está la virtud.


4.     Lo bueno es el equilibrio
entre exceso y rigidez,   
la alegría y la adustez,
el disfrutar y el sufrir:
entre lo dulce y salado,
entre la luz que deslumbra
y lo oscuro sin penumbra
hay mucho para elegir. 


5.     Esta virtud eutrapelia
la quiero en mis vacaciones,
por tener sus mil razones
de mucho peso abisal.
Y quiero que en el verano
me sea tan serenante,
virtuosa y sosegante
 que me dé paz monacal.


6.     Soñando estoy que un buen día
podré ir de vacaciones
como en otras ocasiones
de la mi vida anterior.
Mi status de jubilante
me da mucho tiempo libre
y me deja que calibre
lo que me sea mejor.


7.     Y pienso y recapacito
itinerarios, destinos,
carreteras y caminos
que con gusto correré.
El tiempo lo tengo claro:
en agosto muy verano,
aunque, después del mediano,
frío en el rostro me dé.


8.     Imagino y vivo el sueño
de lo que haré en vacaciones:
muchas formas y ocasiones
seguro me han de llegar.
Pasearé por los campos,
disfrutaré la añoranza
de las tierras de sembranza
que acaban de cosechar.                  


9.     Me imagino paseando
por el monte entre los pinos
con esos olores finos
que siempre nos da el pinar.
Y pescando los cangrejos,
si en el río queda alguno,
aunque, si me marcho ayuno,
me bastó a su orilla estar.


10.     Para mi vista cansada,
miraré hacia el horizonte:
al norte limita el monte,
y la llanura hacia el sur
de las tierras de Castilla
que en sus campos se arrodilla
siempre mirando al azur.


11.     Y reviviré añorando
los viejos tiempos pasados:
 ¡mis recuerdos enquistados
que no los quiero olvidar!
Y esos tales, liberados
de añadidos y adherencias,
se transforman en potencias
para de ellos disfrutar.


12.     Al calor tan aplastante
de meseta castellana,
el cierzo nos lo amilana
con toda puntualidad:
viento rasante y constante,
olor a mar y sardinas,
que hace doblar las esquinas
buscando remanso y paz.


13.     Nada de mar ni de playa,
es que yo soy de secano
y el sol playero es alano
que despelleja mi piel.
Ni subir altas montañas
por senderos escarpados:
¿para qué subir forzados
si hemos de bajar después?


14.      Me basta lo que es mi pueblo,
tan tranquilo y sosegado,
con el campo cosechado
y patatales en flor.
Me basta la poca gente
conocida y amigable,
que respeta y respetable,
y es la compaña mejor.


15.      Me bastan un par de libros 
entretenidos y amenos,
la cultura que tenemos
y la que hay alrededor.
Mi oración corta y devota,
bien cumplida cada día
para que me dé alegría
ante mi Dios y Señor.


16.     El “Qué descansada vida…”
reflejará mi existencia
sin mandarme penitencia
por mi status jubilar.
Mas, si no lo consiguiese,
¿podré yo soñarlo al menos…?
¡Que nadie me ponga frenos!
¡Dejadme al menos soñar!



P. S.


17.  En el mes de agosto estamos
y mi sueño se ha frustrado:
mi cuerpo no está arreglado
para hacer viaje real.
No es mi estar desagradable
en esta mi residencia:
tengo bastante paciencia
y eutrapelia monacal.


18.  A la Madre Dolorosa
elevo yo mi oración:
guárdame, pues, la ocasión
que no pude cumplir hoy.
Visto lo visto y mi status,
me es buena mi residencia.
¡Que me dure la paciencia
y me quede como estoy!


                               José Luis Rodríguez Ibáñez 

                               Godella, agosto/2025






Himno a Micieces de Ojeda