PATATAL FLORIDO
Sentado del ribazo en la lindera
del calce que está el patatal regando,
en el agua descalzado, vigilando
que al final del surco llegue, espera.
Las seis varas el sol ya no supera:
se va en esta meseta amortiguando,
la paz va en el ambiente penetrando,
grato el entorno se hace dentro y fuera.
La paz en el alma, el cuerpo y la vida,
la gente calmada, nada entorpece:
el lote se lleva la dicha incluida.
El surco ya llega: el cauce decrece.
El cierzo ya sale y va de corrida.
Se rompe el hechizo y ya se oscurece.
José Luis Rodríguez Ibáñez.
(Agosto, 2022)
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